Una elección hecha en el cielo

Una de las parejas más estable que menciona la Biblia es la de Isaac y Rebeca. Como todo buen padre, Abraham estaba interesado en la felicidad matrimonial de su hijo. Él patriarca sabía muy bien que un elemento vital para disfrutar de un buen matrimonio es que la pareja puede tener los mismos intereses religiosos. Por eso le rogó a su siervo de confianza que le prometiera que no iba a permitir que Isaac se casara con una mujer cananea y que escogería para su hijo una esposa de su propia familia.
El criado le juró a Abraham que cumpliría su encargo. Antes de cualquier cosa lo primero que hizo el criado fue orar a Dios, pedirle su dirección y encontrar la pareja «que tú has elegido para tu siervo Isaac» (Génesis 24: 14). Habrás notado que él quiere que sea Dios quien elija la futura esposa de Isaac. Cuando terminó de orar vio una hermosa jovencita, dinámica, trabajadora que estaba junto al pozo. Lo primero que le llamó la atención fue la belleza externa de la joven, eso es básico, pero el criado sabía que no era lo más esencial.
Su conducta reveló que no solo era una mujer hermosa, sino también hospitalaria y dispuesta a cooperar con su prójimo. Supo que era virgen, una mujer de buenos principios, y que era integrante de la familia de Nacor. Todo esto reveló al siervo que Rebeca reunía las características para ser una buena esposa. Con júbilo dijo: «Sin duda esto proviene del Señor» (Génesis 24: 50).
¿Te das cuenta? Él oró pidiendo una buena esposa para Isaac, y Dios respondió su oración. Esto no quiere decir que la elección fue algo arbitraria y le impusieron a Isacc por mujer a alguien que ni siquiera él conocía. Aquí vemos cómo Isaac se dejó instruir por personas de experiencia a la hora de elegir una mujer para pasar el resto de su vida. Pero evidentemente él tenía la última palabra, pues él sería quien viviría junto a esa persona. El final del relato nos dice que Isaac «la tomó por esposa. Isaac amó a Rebeca» (Génesis 24: 66).

Notas que combinación más acertada:

1) Isaac escuchó a los de experiencia.

2) La muchacha tenía buenas cualidades.

3) Él la amaba.

Ahora bien, todo esto estaba en su lugar porque Dios había elegido. ¿No te gustaría a ti permitir que Dios haga lo mismo?

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