¿Podemos cambiar a los demás?

La codependencia implica toda una secuela de mal adaptaciones. Dentro de las actitudes de mal adaptación tenemos:

 Sobreprotección (responsabilizarte por el bienestar de los demás).

 Mentir para beneficiar a otras personas.

 Necesidad de controlar: espíar, corregir, cambiar a los demás.

 Rescatar o «sacar» de algún problema a los demás

 Pérdida de límites: ¿hasta dónde me corresponde llegar?

 Incapacidad para decir no.

 Renunciar a las propias necesidades

 Pérdida de la autoestima: miedo al abandono, inseguridad.

 Elevada tolerancia: «aguantan» y toleran actitudes de otras personas.

 Funcionamiento en «espejo»: si él o ella están bien, yo estoy bien; pero si están mal, yo estoy peor.

Las anteriores son solo algunas de las actitudes negativas más sobresalientes, existiendo un gran rango dentro de ellas. Emocionalmente los codependientes sufren, y principalmente se observa en ellos:

 Sentido de culpa: ¿si no hago esto o aquello, qué pasará?, ¿y si le pasa algo?, ¿tendré yo la culpa?

 Miedo: a las actitudes, a la incertidumbre.

 Resentimientos: animadversión, e incluso vergüenza, hacia la persona enferma («viciosa»), y hacia sí mismo.

 Frustración y enojo «¡cómo es posible que no entiendan, o que así cambien los demás!»

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