Los mejores amantes

Un resultado sorprendente de vivir una vida espiritual más profunda es que quienes experimentan lo anterior se convierten en los mejores amantes. Te pido por favor que no tomes esto como una irreverencia, ¡se trata de un hecho documentado! Casi todos los estudios seculares realizados sobre el tema de la sexualidad en Estados Unidos llegan a la misma conclusión. Quienes disfrutan de relaciones sexuales más frecuentes y satisfactorias en este país son las mujeres cristianas de mediana edad que forman parte de matrimonios estables. ¡Sus maridos, por supuesto, también obtuvieron una alta puntuación en esta categoría!

A los investigadores seculares se les hace difícil entender esto, pero a los cristianos no debería sorprenderlos. Las personas que han dedicado sus vidas a Jesús se parecen más a él a medida que pasa el tiempo. Una de las características más importantes de Cristo fue el desprendimiento. El egoísmo, que es lo opuesto, es el enemigo número uno del buen sexo. Las personas con altos niveles espirituales, que entienden y practican la espiritualidad genuina suelen tener un elevado nivel de sexualidad. Nunca subestime el vínculo que existe entre la espiritualidad y la sexualidad. No creas que la actividad sexual es irrelevante para Jesús. Recuerda que él la creó, para él es un don sagrado. Tu vida sexual debe ser dirigida por él, y te dará a cambio el regalo de una vida sexual más satisfactoria.

Rendir nuestra sexualidad a Jesús significa asimismo aceptar nuestra masculinidad o feminidad, e incluso regocijarnos en ella. ¡Gracias a Dios porque los hombres y las mujeres somos diferentes! Aceptemos este hecho como otro don de Dios. Aceptémonos como el hombre o la mujer que Dios creó.

Entrega tus relaciones sentimentales a Jesús. Somete tus decisiones personales a su aprobación. Acude únicamente a los lugares que Jesús iría. Involúcrate en las expresiones físicas de amor que él aprobaría. Permite que Jesús, sea quien domine cada aspecto de tu vida.

Hay quienes han decidido comenzar cada actividad de su noviazgo con una oración en la que invitan a Jesús a participar como un compañero silencioso. Afirman que esto cambia fundamentalmente la atmósfera de la relación, y que corren menos riesgos de violentar sus valores y normas personales. El hecho de que una pareja de novios exprese una oración les brinda seguridad y tranquilidad a ambos. Invitar a Jesús como una tercera persona a tu noviazgo tiene mucho sentido. Si juntarse con alguien del sexo opuesto para participar en alguna actividad, es la forma que te ayudará a tomar la importante decisión de escoger a la persona que te acompañará por el resto de tu vida, ¿no debería estar Jesús involucrado en ese proceso? ¿No necesitarás su sabiduría para realizar una elección como esa?

Si haces de Jesús el Señor de tu vida sentimental, tendrás menos de qué lamentarte al final de cada día. Al contemplar tus experiencias pasadas, no te avergonzarás ni esperarás que algunas personas hayan olvidado cualquier suceso. La culpa y la vergüenza desaparecerán. Los recuerdos de tus encuentros románticos serán agradables. Y si escoges a una persona para casarte, podrás dormir tranquilo o tranquila, sabiendo que has tomado la mejor de las decisiones.