Algo más que alcohol y drogas
Las sustancias químicas no es lo único que puede causar una
adicción perniciosa. El sexo, la pornografía, las apuestas, las compras
compulsivas, y hasta los juegos de video pueden convertirse en una adicción. En
los últimos años he visto un desastroso aumento de los problemas matrimoniales a
causa de la adicción por la pornografía. Los resultados suelen ser
devastadores.
La adicción de un esposo a la pornografía, es algo
humillante para su esposa. Sentirá que su esposo le es infiel; y no halla cómo
competir con las «novias» virtuales que su marido encuentra en revistas, videos
y la Internet. Sé de casos en los que la adicción es tan fuerte que el esposo
deja de tener relaciones íntimas con su esposa para mirar este tipo de actos en
algún DVD o en su computadora. La esposa se siente ultrajada, como
si su esposo estuviera teniendo relaciones con otra mujer. La vergüenza y los
sentimientos de desprecio son enormes.
Hablemos claro: ¡La infidelidad «virtual» sigue
siendo infidelidad! Destruye cualquier relación y puede ser catastrófica
para un matrimonio o una familia. Reduce a los seres humanos a algo
más que objetos de pasión, sin tomar en cuenta su personalidad,
intelecto, creencias, valores y dignidad. Si la persona con quien estás
relacionado mira, lee o disfruta de la pornografía, termina dicha
relación. Es un hecho que no podrás lograr que supere su adicción. El
adicto debe desear sinceramente abandonar su adicción y buscar ayuda y
someterse a un tratamiento adecuado.
Existen muchos otros problemas asociados a las
adicciones, que no hemos mencionado. Estos incluyen problemas financieros, distanciamiento
emocional, pérdida de la noción de la realidad, problemas de salud,
infidelidad, deshonestidad extrema y persistente, vulnerabilidad a las
enfermedades, odio a su persona, falta de fiabilidad, tendencias suicidas y un
intenso sentimiento de culpa. Todas las cosas mencionadas son grandes trabas a
la hora de formar relaciones estables, ¡y la lista continúa!
No te relaciones sentimentalmente con una persona adicta.
Ora por ella, apóyala y trata de conseguir la ayuda que necesita, pero
nunca llegues hasta el punto de entablar una relación de noviazgo con él
o ella. Ese debe ser un aspecto no negociable de tu vida sentimental.
¡No sostengas un noviazgo o relación con un adicto! Si ya
lo tiene dale fin.
No lamentarás.
La pornografía, los juegos de azar y otras adicciones
Debe ser obvio para todos que la personalidad humana
tiene imperfecciones.
Tiene la tendencia a quedar atrapada en comportamientos
destructivos, especialmente cuando se es joven. Durante una etapa inicial, las
personas creen que pueden jugar con tentaciones tales como la pornografía o los
juegos de azar sin salir dañadas. De hecho, muchos se alejan casi sin haber
sido afectados. Sin embargo, para algunos existe una debilidad y una
vulnerabilidad que se desconoce hasta que es demasiado tarde. Entonces se
vuelven adictos a algo que rasga la fibra de la familia.
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